miércoles, 4 de septiembre de 2013

Imposible?



"Erase una vez un niño muy curioso al cual le entusiasmaban los elefantes.
Sabiendo esto, un día su padre le llevó al circo para que pudiese ver a su animal favorito de cerca, e incluso, si era posible, acariciarlo.
¡Qué contento se puso Juan (que así se llamaba el niño) al escuchar la noticia! Juan tenía muchas películas y muchos documentales sobre de elefantes. Pero… ¿tocar a un elefante? ¡No podía creérselo!
<<¡Qué emoción!>>, pensó el niño.
Al llegar al circo, Juan y su padre vieron animales de todo tipo, y a gente que hacía unas cosas fascinantes, como manejar un monociclo sobre una cuerda o tragar bolas incandescentes. Tuvieron que esperar un largo rato hasta que llegó la actuación que Juan más esperaba: la actuación de los elefantes.
Y la verdad es que ésta fue la actuación más impresionante que se había realizado aquel día en el circo… pero, más que fascinado, Juan llegó a su casa pensativo. Había algo extraño en aquella actuación… y decidió consultarle a su padre la duda que tenía, para ver si éste podía aclarársela:
-Papá, ¿te puedo hacer una pregunta? –dijo Juan.
-Sí, Juan, dime.
-Si los elefantes son tan grandes y tan fuertes que pueden incluso romper árboles, ¿por qué no se liberan de las cadenas que les ponen en el circo? ¿Son unas cadenas más fuertes que ellos, o es que mienten las personas que hacen los documentales y las películas?
El padre de Juan sonrió.
-No, hijo; lo que ocurre es que, cuando los elefantes son muy pequeños, les ponen unas cadenas que no pueden romper. Ellos tiran y tiran, pero como apenas tienen fuerza porque todavía son pequeños, no logran arrancarlas. Más tarde, cuando crecen un poco y pueden destrozar las cadenas, se las cambian por otras algo más fuertes. El pobre elefante vuelve a hacer fuerza para intentar librarse de ellas; pero, como continúa siendo demasiado débil, vuelve a fracasar en su intento. Así, día tras día, intento tras intento, el elefante no logra romper las cadenas y ve mermadas sus fuerzas. Y, a medida que crece, siguen cambiándole las cadenas por otras hechas a la medida de su pata. De este modo, el elefante, cuando se hace mayor, deja de intentar arrancar las cadenas porque recuerda todas las veces anteriores que había fracasado en sus intentos, cuando en realidad ahora es cuando sí puede romperlas debido a gran fuerza".

El fenómeno que experimentaba el elefante de la historia es conocido como "indefensión aprendida". Cuando una persona siente frustración por no poder conseguir su objetivo después de repetidos intentos, llega un punto en el que se extingue su motivación, y sus intentos por conseguir esa meta, simplemente cesan. 

La historia del elefante ilustra de manera muy clara cual es el fenómeno, y tiene una aplicación muy directa en la vida de cada persona: ser capaces de quitar la palabra imposible de nuestro vocabulario. 
Numerosas veces no nos damos cuenta de como crecemos, o de la manera que maduramos hasta que intentamos cosas que antes no podíamos hacer, y ahora sí.

De todos modos, la historia del elefante sigue pareciendo una historia un tanto alejada de nuestra vida cotidiana. Veamos el siguiente vídeo:


Cuantas cadenas tienes en tu vida? 

lunes, 22 de julio de 2013

La autoestima de las mujeres

La autoestima de las mujeres suele ser menor que la de muchos hombres.
Una de las razones es que los anuncios publicitarios inciden especialmente en la mujer y en como debe ser su apariencia. Esta presión hacia la mujer se suele ver reflejada en como se sienten la mayoría de ellas consigo mismas, y en lo que se preocupan por su cuerpo.


Lo cierto es, que cuando la autoestima es baja, nos vemos peor de lo que en realidad somos tanto en el sentido físico como en la personalidad o en nuestras relaciones sociales.
El siguiente vídeo ofrece un ejemplo precioso que corrobora esta diferencia entre como uno se ve y como le ven los demás.


"Los verdaderos viajes de descubrimiento no consisten en conocer nuevos territorios, sino en ver las cosas con diferentes ojos". 
Marcel Proust 


miércoles, 3 de julio de 2013

Hombres y mujeres

Es un hecho que hay diferencias psicológicas evidentes entre los hombres y las mujeres.

La psicología diferencial ha estudiado estas diferencias des de hace años, evidenciadas en algunos rasgos de la personalidad que tienden a ser más acusados en uno de los dos sexos. 

Las mujeres y los hombres tienen formas diferentes de discutir. Además, la forma de afrontar los problemas es diferente: el hombre suele intentar olvidar lo que le preocupa, mientras que la mujer necesita expresarlo y ser escuchada. Es por ello que las mujeres suelen preocuparse más por los problemas. 
El siguiente vídeo es un monólogo de Mark Gungor, que no por ser divertido dice pocas verdades! 



Pero no olvidemos que lo más importante es aprender a querer al otro, y saber complementar estas diferencias. 

martes, 25 de junio de 2013

Puedes resistir la tentación?


El siguiente vídeo nos enseña el nombrado "Marshmallow Test", un experimento realizado a niños de cuatro años, que consiste en  dejarlos durante un período de tiempo (unos 15-20 minutos) en una habitación solos, delante de una golosina (un "Marshmallow", muy conocido en Estados Unidos, que se traduce al español como malvavisco).

La persona que realiza el experimento le dice al niño que si se espera un tiempo en la habitación delante de la golosina sin probarla, al final le dará dos golosinas. En cambio, si se come la golosina ahora, no le darán otra después. 

El tiempo de espera parece infinito para algunos niños...




El "Marshmallow test" mide el autocontrol en edades muy tempranas. Fue desarrollado en 1970 por Walter Mishel, un psicólogo experimental de la Universidad de Stanford.
Los niños que consiguen esperarse a que el tiempo acabe obtienen una recompensa mayor; son capaces de saber esperar, de posponer la gratificación. Se considera que éstos tienen un mayor autocontrol. En cambio, otros niños comen directamente una sola golosina, de modo que obtienen una recompensa inmediata pero menor. 
Se ha relacionado esta capacidad para autocontrolarse de los niños con el éxito posterior en sus estudios, planes y relaciones. Lo mejor de todo es que esta capacidad para posponer la gratificación se puede enseñar. Ningún niño está predispuesto a tener poco autocontrol. 

lunes, 24 de junio de 2013

Arte y ciencia

Arte y ciencia. Parecen conceptos opuestos. Parecen dos palabras muy poco relacionadas pero, de hecho, el arte y la ciencia son complementarios. El arte, la fotografía, los libros literarios, las películas… llegan a rincones que algunas veces la ciencia no abarca.

La ciencia ha hecho muchos avances últimamente, el cientificismo imperante nos enseña cada vez más velozmente un numero enorme de estudios lo más fiables y válidos posibles. No pretendo señalar que esto no es importante, solo añadir un plus, un matiz, un complemento (y no por eso menos importante) a los estudios científicos. Este complemento a la ciencia es el arte y la subjetividad, inherente a la naturaleza de las personas.

La psicología es una ciencia humana. Los estudios se hacen acerca de personas, de las cuales solo se ve en los estudios una pequeña parte, una operativización de variables, igual que de los fenómenos que se estudian. Es importante que haya estudios científicos para que la psicología no sea una disciplina pseudocientífica y para comprender mejor los fenómenos que se estudian, pero no se puede pretender negar la subjetividad.

Se puede aprender de formas diferentes pero complementarias tanto leyendo artículos científicos como leyendo obras literarias, películas, fotografías…

Este blog está pensado para mostrar noticias de interés tanto científicas como en relación al arte, todo relacionado con la psicología y en un lenguaje entendedor tanto para psicólogos como personas que no lo sean pero estén interesadas en lo que se publica. 

Como primera entrada en este Blog, os dejo un link muy interesante: un reportaje fotográfico sobre un niño autista, hecho por su mismo padre, que captura el universo de Elijah de una manera muy especial.  





Bienvenidos a mi nuevo Blog!